Ratas y Laberintos
Aunque sólo se tratase de una leyenda, aunque fuese genéticamente imposible, el monstruo había vuelto. Coincidió con los disturbios de la ciudad tras la tercera guerra.
Al principio vagaba errante por entre los edificios, devorando a la gente que se escondía en los coches y acechando en la noche a los sin techo. Pero pronto el ayuntamiento tomó medidas.
Habían probado de todo, todas las armas posibles e imposibles, y ni siquiera le habían herido. Así que recurrieron de nuevo a la leyenda. En un tiempo record construyeron galerías subterráneas en las afueras de la ciudad. Y consiguieron encerrarle en ellas.
Ahora, cada año, 12 fornidos muchachos y 12 hermosas vírgenes, elegidas en un funesto sorteo, entraban en las grutas, como ratas en un laberinto, para aplacar el hambre de la bestia.
Todos sabían que así, mantendrían contentos a los dioses...
Al principio vagaba errante por entre los edificios, devorando a la gente que se escondía en los coches y acechando en la noche a los sin techo. Pero pronto el ayuntamiento tomó medidas.
Habían probado de todo, todas las armas posibles e imposibles, y ni siquiera le habían herido. Así que recurrieron de nuevo a la leyenda. En un tiempo record construyeron galerías subterráneas en las afueras de la ciudad. Y consiguieron encerrarle en ellas.
Ahora, cada año, 12 fornidos muchachos y 12 hermosas vírgenes, elegidas en un funesto sorteo, entraban en las grutas, como ratas en un laberinto, para aplacar el hambre de la bestia.
Todos sabían que así, mantendrían contentos a los dioses...
2 comentarios
Aldeana -
Anda, anda... cuenta lo del premio...
kaveri -
Por cierto, chaval... FELICIDADES