Mi nuevo trabajo
Desde el lunes por la mañana estoy trabajando en una fábrica del pueblo, en una cadena de montaje.
Por un lado de la cinta corredera van apareciendo personas semiinconscientes que capturó la policía en alguna redada de la noche anterior. Allí, mis compañeros y yo les abrimos la cabeza y realizamos cortes precisos. Punzamos en ciertos puntos de la planta de los pies (que a veces huelen). Incluso extirpamos algún dedo a veces.
Por el otro lado de la cinta, las personas caen a una sala de la que se despertarán convertidos en personas normales y corrientes. Sin aspiraciones. Sin ilusiones. Sin sueños. Vamos, políticamente correctos.
Hago 11 horas diarias, así que vuelvo a casa cansado, aunque orgulloso de saber que hago bien mi trabajo...
Por un lado de la cinta corredera van apareciendo personas semiinconscientes que capturó la policía en alguna redada de la noche anterior. Allí, mis compañeros y yo les abrimos la cabeza y realizamos cortes precisos. Punzamos en ciertos puntos de la planta de los pies (que a veces huelen). Incluso extirpamos algún dedo a veces.
Por el otro lado de la cinta, las personas caen a una sala de la que se despertarán convertidos en personas normales y corrientes. Sin aspiraciones. Sin ilusiones. Sin sueños. Vamos, políticamente correctos.
Hago 11 horas diarias, así que vuelvo a casa cansado, aunque orgulloso de saber que hago bien mi trabajo...
5 comentarios
Brocco -
DuNa -
GeBeSa -
Por cierto Orod, ¿te contrató tu amigo el del CESID? jejeje
kaveri -
juanma -