Enterrado
Se estaba ya haciendo tarde y ni debía dejar de correr. No faltaba tanto para alcanzar el bosque.
Los matojos de malas yerbas herían sus piernas, y minúsculas gotas de sangre comenzaban a caer, manchando de morado y rojo los calzetines y unas zapatillas desgatadas.
Por fin los primeros àrboles. Cada vez más espesura. Cada vez más difícil avanzar.
Y cuando alcanzó el claro de los lobos, con los últimos rallos de luna sobre su cabeza, con los primeros rayos de sol en el horizonte, cavó un gran hoyo, una sepultura. Y se enterró.
Hasta la próxima vez...
Los matojos de malas yerbas herían sus piernas, y minúsculas gotas de sangre comenzaban a caer, manchando de morado y rojo los calzetines y unas zapatillas desgatadas.
Por fin los primeros àrboles. Cada vez más espesura. Cada vez más difícil avanzar.
Y cuando alcanzó el claro de los lobos, con los últimos rallos de luna sobre su cabeza, con los primeros rayos de sol en el horizonte, cavó un gran hoyo, una sepultura. Y se enterró.
Hasta la próxima vez...
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Azar -
flexo -
Yarince -