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Bajo Arboles Mojados

Recitar

Hasta no hace demasiado tiempo, aún conservaba la afición de ir al cementerio con mis amigos a escuchar recitar a los muertos.

Poco después de que se pusiera el sol, y con el vigilante ya roncando frente a una pantalla que gritaba los últimos cotilleos, nos metíamos por el hueco que quedaba bajo la puerta nueva, siempre armados con una linterna y una manta para combatir el frío de las tumbas.

Después cada uno elegía un muerto. Tenía amigos que preferían repetir, es decir, que siempre se quedaban con el mismo. Yo, sin embargo, me cansaba pronto, y me gustaba escuchar historias nuevas, por lo que rara vez elegía el mismo difunto.

Así pues, una vez realizado el reparto, extendíamos la manta y nos recostábamos sobre ella, con la oreja atenta a las palabras de la persona que yacía bajo nosotros.

Al princicio nada.

El silencio.

Pero poco a poco, cuando nos acostumbrábamos a los murmullos de los alrededores y al rechinar de los ataúdes, sus voces comenzaban a hacerse audibles.

A penas susurros.

Ellos, repitiendo, impertérritos, todos los recuerdos de los que disponían. Para no olvidar.

Obviamente, cada vez que volvían a empezar habían olvidado alguna cosa.

Espero que no fueran conscientes de que al final, como a todos, les alcanzaba el silencio...

6 comentarios

Agua -

Llegar a no tener que decir más que silencio es estar muerto. Si. Tienes toda la razón.

Fire_Walk_With_Me -

Ya conoces mi afición por lo que combina lo fantástico con lo lírico y con lo siniestro!

Guess who.. -

a sad story, where there isn't a hope for the future..where deads are simply dead..and nothing more..gonna be hopeless?I don't think.your eyes were full of hope.

kaveri -

HAsta en los cementerios hay bellas historias para el que sabe poner la oreja. Gracias por recordármelo.

RUFUS -

por un momento he tenido miedo y pensaba en frofanar y necrologia. uf, menos mal. al final siempre nos salva el lirismo

GeBeSa -

Ves...consejos de guerra, es lo mejor: todos aportan su punto de vista y no se pierde ningún dato ya que de lo que no se acuerda uno, se acuerda el otro (díselo a tus amigos del cementerio)