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Bajo Arboles Mojados

Personal

Dolor fantasma

Llevo todo el día sintiendo un dolor sordo, que no consigo localizar en ningún lugar de mi anatomía.

Es como el dolor que refieren los amputados. Me duele en algún punto externo a mí. Me duele algo que no está.

Hoy ha vibrado mi móvil a media mañana para recordarme que era el día de cierta persona.

Cierta persona que decidió desaparecer.

Cierta persona a la que extraño extrañamente...

26 velas...

    Será mañana. Bueno, en realidad esta madrugada, sobre las 3 de la noche. Hará fresco fuera, y no habrá luz. Entonces no tuve miedo y decidí que era el momento de salir de mamá. Qué casualidad. El tiempo hace que ahora tenga más cerca que nunca la posibilidad de alejarme definitivamente de mamá.
   
    El año pasado mucha gente me dijo que éste iba a ser un año especial. En parte lo fue. Aunque no me llamaron de ninguna serie de televisión para hacer el papel de adolescente, como llevaba esperando desde los 16 años.
   
    Acabó mi cuarto de siglo. Ante mí la posibilidad de comenzar a vivir tal y como lo llevo deseando desde hace mucho tiempo... Quizá éste sea, de verdad, el año que comenzaron a cambiar las cosas.
   
    Con todos vosotros, claro está.

En la UCI

    En la UCI a veces los pacientes mueren, y a mí me da mucha pena, cuando entran los familiares y el médico les dice Hicimos todo lo que pudimos.
   
    Otras veces, los pacienes evolucionan favorablemente, y yo me sonrío de ver a los hijos que se abrazan a su padre y a las mujeres que no pueden disimular unas lágrimas de satisfacción.
   
    Cuando era pequeño había una frase que se utiliza en el ámbito hospitalario que no entendía, y aún hoy me causa ciertas dudas... Cuando alguien tenía un accidente y decían Tiene pronóstico reservado, y yo me quedaba pensando a quién le reservaban el pronóstico, si a los médicos, a los familiares o a alguna eminencia en el campo...

    Me gusta trabajar en la UCI.

Gustillo

    Los pronósticos rara vez son equivocados.
   
    He pasado días de sonreír, y días de querer gritar y no hacerlo.
   
    Han habido días en los que he perdido una guerra, y otros en los que el sabor del chocolate me ha quitado cualquier duda o incerteza de la cabeza.
   
    El problema de la astenia es que me hace sentirme vulnerable y desprotegido. Aunque al fin y al cabo, eso me convierte en una persona más viva. Y eso me gusta...
   
    Acabaré cogiéndole gustillo a que los días se alarguen, parece.

Pronósticos

    Definitivamente, la astenia se subió a su espalda y le auguró una triste primavera...

Los fines de semana y los mejores amigos

1. Hace tiempo que descubrió que los fines de semana acababan pronto, tanto si quería como si no. Fue más o menos al mismo tiempo que cuando decidió no estudiar ni los sábados ni los domingos.
    
    Contadas excepciones a esta regla se han dado desde entonces.

2. Un descubrimiento algo más reciente ha sido el resultante del cálculo de su número total de mejores amigos.
    
    Aunque no crea demasiado en el concepto mejor amigo, esta tarde, mientras se sentaba en el retrete para realizar obligaciones fisiológicas, ha hecho un simple cálculo aplicado a las personas más próximas a él.
    
3. Si partimos de un M a media jornada; un J ocupado; una A cansada; una G en Madrid, demasiado lejos y por último un A viviendo en Italia, aún más lejos, el resultado total de la suma es escaso.

4. Quizá dé 1'2 o así. En escasas ocasiones llegará a 2.

Teoría de la formación de las pelusas

    El ritmo de formación de pelusas es inversamente proporcional a la frecuencia de limpieza de la estancia o del espacio de debajo de la cama.

Silecio

    Existe un tipo de silencio muy doloroso.
    
    Es ese que se da cuando las madres se hacen las dormidas en mitad de la noche y uno pasa por delante de su puerta.

Susurraba

1. Hacía ya un par de semanas que había encontrado un modo de evasión perfecto.
    
    Siempre había dos libros sobre su mesita de noche. Uno era una novela, ya fuera negra, dramática o de cualquier otro tipo. Esto le ayudaba a encontrar a personas más tristes que él.
    
    El segundo libro era siempre ciencia ficción o fabulación científica. De este modo pensaba en lo que podría ser mañana, y le daba ánimos para continuar.
    
2. Había escrito un par de versos dos noches atrás.
    
    Fue como si alguien le susurrara el contenido justo antes de caer dormido, y no supo si continuar con el sopor que le adormecía o levantarse a escribirlo.
    
    Finalmente se declinó por escribir los versos. Más adelante ya completaría la poesía.
    
    Sabía que con la voz que susurraba atrapada en las primeras palabras, el resto aparecería en su cabeza solo. Como siempre.

Rutinas

   Esta rutina de trabajo y de vida que me condena a semanas interminables, indistinguibles los días, inacabables las jornadas...

   Ayer me quemé con el horno, nada grave.

   Hoy quizá prepare macarrones para 4. Al raggù. Muchos días libres me asustan. No estoy preparado...

Antihistamines...

    ...make me feel sad.

Mi Tumblr

    No sé cuánto durará, pero estoy probando Tumblr, y me parece curioso e interesante... Así que si alguien quiere seguir lo que hago sin metáforas, paráfrasis, cuentos chinos ni demás, lo único que tiene que hacer es visitar esto.

Enfermerito

Enfermerito Mi cuñada me ve así dentro de 3 meses...

Te vi

"Me descubriste Algora;
ahora que te perdí , sé
que me dueles. Debí
cerrar la ventana, pero
la puerta la dejo abierta
por si vuelves. Mil besos.M"

    Me gusta leer los Te vi del EP3 y sentirme protagonista de la mayoría...

(nuevos) Pequeños Lujos

1. Bailar en pijama.
2. Que te caiga ligeramente el pantalón de la talla 42.
3. Un té.
4. Estar a las 11 de la mañana leyendo en la cama un domingo.
5. Redescubrir The Postal Service.
6. Ir al cine.
7. Cenar pizza que no esté refrigerada o precongelada.
8. Hacer fotos.
9. Volar la cometa.
10. Hablar por teléfono y hablar italiano.

Burn out

    Hace tiempo que la gota colmó el vaso y ahora tengo todo el piso encharcado. Quizá la perspectiva de partir me hace especialmente sensible e irascible.
    
    Pero ahora mismo cogía un rifle y me cargaba a un par de mamones hijos de la mismísima madame de Babilonia, propietarios de la empresa para la que trabajo...

Una foto de un beso. De amor.

    Uno cree que su habitación es su morada. Que lo que allí guarda es suyo y solamente suyo, como los Magnums.

    Y un día llega a casa y encuentra en un rincón un trozo de una fotografía. Y sabe que en esa fotografía hay un beso. De amor. Y que alguien no quería ni ver ni tener esa foto cerca.
    
    Y ese alguien no soy yo, porque en tal caso, toda esta perorata carecería de sentido.
    
    Así que uno se arma de valor y pide explicaciones, ante las cuales sólo obtiene mentiras.
    
    Y es en ese momento cuando uno, cansado, piensa que si alguien no quiere ver un beso, de amor, pues que simplemente no vea la foto. Que no está colgada en ningún sitio. Que no está al alcance de ningún niño ni de ningún adulto. Está guardada en un sobre que se debe abrir y en el que se debe buscar, para ser hallada.
    
    Y uno piensa en que mañana encarga otra copia de la foto. La del beso, de amor, y la vuelve a dejar donde estaba antes de ser rota en cienes de pedazos y tirada en la basura, no sea que uno tenga tiempo de encontrarla...

Vaya cosas

Vaya cosas     Comentario realizado tras el visionado de la película Apollo XIII.
-Mamá, ¿y quién es el tal Huston?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

    La frugalidad de sus comidas se vio transformada en su hambre de fotos. Echaba de menos cada segundo que no pasaba con su cámara en las manos.

    Quizá su objetivo preferido era a la par algo irónico: fotografiar mercados llenos de alimentos...

Con leche

    1. Hoy tenía la cabeza algo cargada de haberla bombardeado durante todo el día con estímulos visuales.
    
    2. Cansado, se recostó en la cama y encendió el Ipod.

    Sonaba jazz en unos pequeños altavoces, y cuando consiguió acompasar los tiempos de la música a su respiración se durmió.
    
    3. Soñó.

    Con tazas enormes de café.

    Con leche.

Llovinzaba

    1. De pie, desnudo frente al espejo, sostenía una maquinilla de afeitar con una mano mientras con la otra acariciaba la barba. Olía a humo y a besos.
    
    2. El día decidió dar una tregua al buen tiempo, quizá con ánimo de fastidiar a todos los boletines meteorológicos del día anterior, que se habían empeñado en predecir otro día de calor. Nos quedamos sin invierno este año, decían.
    
    Por eso el frío se decidió a volver. Para fastidiar.
    
    3. La otra mano continuaba acariciando los pelos de una barba demasiado larga. Posiblemente mañana le dijeran algo en el trabajo. No la llevaba ni arreglada ni recordada. El supervisor le vio el otro día y no le puso muy buena cara.
    
    La mano dejó la cuchilla descansar sobre el mueble del baño.
    
    4. Había estado lloviznando. No sé si existe esta palabra en el diccionario, aunque sé que es la que mejor describiría el día que había sufrido. Lloviznaba, y uno no sabía si sacar el paraguas y esconderse en los soportales o continuar caminando por el medio de las calles y las aceras.
    
    Yo levanté la cabeza, dejé que la poca agua que caía me mojara la cara para acabar de despertarme, aunque fuera la una y media del mediodía.
    
    5. Pero sobretodo, la barba olía a agua. De lluvia.
    
    Decidido, le concedió otro día la absolución.