Piraña
Con tan solo trece años era un experto en el arte de la disección de peces.
Todos los viernes por la tarde iba de la mano de su padre políticamente correcto a la tienda de animales de la esquina, y compraba un bonito ejemplar. Rojo, naranja, de colores, transparente... Una vez hasta se atrevió con una piraña.
Después pasaba horas delante de la mesa de disección que había improvisado en su cuarto, con el bisturí entre las manos y una pequeña mascarilla cubriendo su boca.
Sus padres estaban orgullosos de las aficiones de su único hijo.
Una noche se levantó sonámbulo.
Diseccionó a su padre.
Fin.
Todos los viernes por la tarde iba de la mano de su padre políticamente correcto a la tienda de animales de la esquina, y compraba un bonito ejemplar. Rojo, naranja, de colores, transparente... Una vez hasta se atrevió con una piraña.
Después pasaba horas delante de la mesa de disección que había improvisado en su cuarto, con el bisturí entre las manos y una pequeña mascarilla cubriendo su boca.
Sus padres estaban orgullosos de las aficiones de su único hijo.
Una noche se levantó sonámbulo.
Diseccionó a su padre.
Fin.
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angeles -