Viuda
A la salida de los primeros rumores, con el difunto aún caliente en el ataud, las autoridades de la comunidad se encerraron en una especie de cónclave y las primeras declaraciones fueron negaciones rotundas de los hechos.
Por otro lado la prensa del corazón, tan expandida en el país de residencia de la "viuda", cercó su residencia y la de sus más allegados. No era mucho lo que se sabía, y nadie era capaz de entender dónde se habían producido las flitraciones de información, por ello, en los primeros días, todo fue un continuo aparecer ante las pantallas de desconocidos que querían aprovecharse de la ocasión. Cómo no, los habituales de la prensa rosa pronto comenzaron a admitir relaciones con la "conspiración", pues no querían quedarse fuera del terreno de juego.
A su vez, la principal afectada se encerró a cal y canto en su estancia y al tiempo, con los focos de las cámaras de televisión y fotografía aún apuntando a su alrededor, consiguió escaparse, y desapareció de la faz de la tierra.
Una de sus hijas, en unas declaraciones que realizó a la prensa no hace demasiado, admitió que al hacerse público el testamento del anciano, su madre creía entrever su persona en varios párrafos del texto, y se abrazaba a una copia impresa del mismo mientras deliraba y creía verle en cada rincón de su habitación.
Por otro lado la prensa del corazón, tan expandida en el país de residencia de la "viuda", cercó su residencia y la de sus más allegados. No era mucho lo que se sabía, y nadie era capaz de entender dónde se habían producido las flitraciones de información, por ello, en los primeros días, todo fue un continuo aparecer ante las pantallas de desconocidos que querían aprovecharse de la ocasión. Cómo no, los habituales de la prensa rosa pronto comenzaron a admitir relaciones con la "conspiración", pues no querían quedarse fuera del terreno de juego.
A su vez, la principal afectada se encerró a cal y canto en su estancia y al tiempo, con los focos de las cámaras de televisión y fotografía aún apuntando a su alrededor, consiguió escaparse, y desapareció de la faz de la tierra.
Una de sus hijas, en unas declaraciones que realizó a la prensa no hace demasiado, admitió que al hacerse público el testamento del anciano, su madre creía entrever su persona en varios párrafos del texto, y se abrazaba a una copia impresa del mismo mientras deliraba y creía verle en cada rincón de su habitación.
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kaveri -