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Bajo Arboles Mojados

Alucinaciones del Calor

La otra noche, en medio de los calores del verano que no me dejaban dormir, tuve una especie de sueño o alucinación.

Me veía a mí mismo desde fuera, acostado en la cama y sudoroso. Y de momento aparecían una especie de hadas pequeñitas y haladas (creo que fue el día que vi de nuevo "El sueño de una noche de verano"). Las hadas se acercaban a mi oído y me preguntaban por mi deseo más oculto, por el más intenso.

Tras mi contestación, ellas comenzaban a hacer de las suyas. Soplaban con polvo dorado en mi pelo, que creía extraordinariamente rápido. Introducían sus pequeños aguijones en mis labios y los hinchaban. Lo mismo ocurría con mis pechos. Arrancaban con suavidad el vello que crece en mis piernas y en la cara... En definitiva, estaban transformándome en una jovencita atractiva.

Y no es porque mi deseo más profundo fuera el de travestirme, para nada, estoy completamente contento y satisfecho de mi sexualidad.

Lo que provocó que las hadas realizaran esa transformación, fue mi petición de poder llegar a gustarte por encima de tus prejuicios...

1 comentario

GeBeSa -

Como tu muy bien dices, dale tiempo al tiempo y todo se pondrá en su sitio...todo.