Alquiler
Pasaba la mano por su espalda y la piel se descamaba. Demasiado sol, pensó.
La mano también en el pelo. Eternamente en el pelo. Aih! y un pelo menos, que ahora continúa acariciando entre los dedos. Luego otra vez la mano en el pelo. Eternamente.
Hoy parece que sonríe. Mira anuncios de alquileres. No sabe si decidirse por vistas al mar o economía y austeridad. Tiempos de vacas anoréxicas.
Sonríe de nuevo. Hay letras en la pantalla que le hacen esbozar labios anchos y dientes al descubierto.
Esta noche volverá a dormir mal por el calor. No quiere ni imaginar qué pasará la semana que viene...
3 comentarios
nina -
yo he encontrado un pequeño mar en el centro de madrid, ya ves, pequeñas grietas...
besos besos de cambio.etapa
Humberto -
anita -