Teoría (de los calcetines en la cama)
Los pueblos como Alcoleja tienen mucho frío acumulado. Mucho odio. Como en todos los pueblos. Las vecinas siempre asomándose a la ventana para ver a quién criticar luego en la peluquería. Los abuelos que te miran con mala cara al cruzarse contigo. Eres nuevo.
El frío se acumula en las casas viejas. Ya lo he dicho más de una vez. Y ha aprendido una extraña costumbre. El frío. Le gusta jugar por en medio de los rizos de mi cabeza. Y claro, el frío me enfría. Para evitar eso están las mantas, pero millones de mantas pesan mucho y dan calor, que es casi tan malo como el frío.
Es imposible dormir con tres millones cuatrocientas seseintaicinco mil trescientas veinte mantas y encima los calcetines puestos. Por eso, a las 6 de la madrugada no pude más que comenzar una incursión espeleológica hacia el fondo de la cama con mis manos para quitarme los calcetines. Y ya pude dormir.
Me parece extraño acabar acostumbrándome a dormir acompañado. Nunca lo pensé. Siempre creí que no llegaría ese momento. El llegar a conocer las pecas de una espalda de memoria.
El frío se acumula en las casas viejas. Ya lo he dicho más de una vez. Y ha aprendido una extraña costumbre. El frío. Le gusta jugar por en medio de los rizos de mi cabeza. Y claro, el frío me enfría. Para evitar eso están las mantas, pero millones de mantas pesan mucho y dan calor, que es casi tan malo como el frío.
Es imposible dormir con tres millones cuatrocientas seseintaicinco mil trescientas veinte mantas y encima los calcetines puestos. Por eso, a las 6 de la madrugada no pude más que comenzar una incursión espeleológica hacia el fondo de la cama con mis manos para quitarme los calcetines. Y ya pude dormir.
Me parece extraño acabar acostumbrándome a dormir acompañado. Nunca lo pensé. Siempre creí que no llegaría ese momento. El llegar a conocer las pecas de una espalda de memoria.
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John -