Manifiesto de mi Caótica Pluripersonalidad
Soy, luego existo.
Más o menos, y con cierto margen de error, comienzo a existir junto con los primeros rayos de sol. Esto no excluye una mía existencia nocturna, pero creo poder atribuir todos mis actos en la oscuridad a otra vida. Ahora explico.
Soy. Y he sido muchos. Y aún puede que sea alguno más.
Soy, junto con el frío y la niebla de Parma. Uno, aquí y ahora.
Fui. Otro. De marzo a mayo, con el calor de un verano incipiente. En mi universidad. Allí y entonces.
También creo recordar una existencia que terminó en un adiós y un beso apresurado frente a un tren, un día después de un amanecer frío. En Madrid. Hace tanto.
Y aún otros más. Tan lejos que me cuestan de recordar.
El yo de ahora está por terminar. Y los finales siempre son difíciles y dolorosos. Pero lo que no puedo pretender es tomar fragmentos del hoy para crearme un hoy-mañana.
Quizá esté siendo algo críptico. No es lo que pretendo, lo siento. Pero seguro que si cierras los ojos y escuchas el sonido que hace tu corazón entre latido y latido, me entiendes. Me escuchas...
Más o menos, y con cierto margen de error, comienzo a existir junto con los primeros rayos de sol. Esto no excluye una mía existencia nocturna, pero creo poder atribuir todos mis actos en la oscuridad a otra vida. Ahora explico.
Soy. Y he sido muchos. Y aún puede que sea alguno más.
Soy, junto con el frío y la niebla de Parma. Uno, aquí y ahora.
Fui. Otro. De marzo a mayo, con el calor de un verano incipiente. En mi universidad. Allí y entonces.
También creo recordar una existencia que terminó en un adiós y un beso apresurado frente a un tren, un día después de un amanecer frío. En Madrid. Hace tanto.
Y aún otros más. Tan lejos que me cuestan de recordar.
El yo de ahora está por terminar. Y los finales siempre son difíciles y dolorosos. Pero lo que no puedo pretender es tomar fragmentos del hoy para crearme un hoy-mañana.
Quizá esté siendo algo críptico. No es lo que pretendo, lo siento. Pero seguro que si cierras los ojos y escuchas el sonido que hace tu corazón entre latido y latido, me entiendes. Me escuchas...
2 comentarios
jordan 1 flight low -
Yarince -
En el saco de mi corazón caben todas las cosas, desde la ignominia a la ternura, desde las uvas de mujeres amadas hasta las corcholatas que me tiran los niños. Cada hora deposita en mi corazón un objeto distinto, y cada vez que extraigo de él un recuerdo sale con sangre.
Yo me multiplico incansablemente. Estreno manos y bocas todos los días, cambio de piel, de ojos y de lengua, y me pingo un alma cada vez que es preciso.
Desde el amanecer hasta la noche la luz es distinta y se le llama día. Así me llaman Jaime. Pero yo duro también en la oscuridad, más allá del momento impenetrable en que hago recuento de mis estrellas.