Leche
Tras los 6 días de dieta obligada, las alucinaciones comenzaron venir. Aunque no era un método muy saludable, los resultados no pudieron ser mejores.
Primero comencé a preguntarme sobre mi propio estado, y entonces, yo mismo me respondí sinceramente que, quizá, debía comer algo si no quería perder el conocimiento.
El viaje a la cocina y a la nevera fue increíble. Creo que me acompañaron un par de ballenas por el pasillo, y no estoy seguro de si iba caminando sobre nubes o sobre un fango muy suave. Quizá era mousse de chocolate, porque acto seguido decidí recostarme y comenzar a lamer el suelo. No sabía mal (había limpiado concienzudamente por la mañana).
Después di un largo trago directamente de la botella de leche, que aunque estaba lógicamente fría, entró en mi cuerpo ardiendo, recorriendo la garganta, atravesando mi estómago y cayendo al suelo.
Me había hecho incorpóreo. Desnudo e incorpóreo.
Unas pocas gotas de leche cayeron por mi panza. Inexistente. Con la mano esparcí el líquido al tiempo que intuía mis costillas, demasiado marcadas. Las caderas parecían una silla esperando alguien para sentarse.
Mi sexo, arrugado, parecía a punto de desaparecer...
Primero comencé a preguntarme sobre mi propio estado, y entonces, yo mismo me respondí sinceramente que, quizá, debía comer algo si no quería perder el conocimiento.
El viaje a la cocina y a la nevera fue increíble. Creo que me acompañaron un par de ballenas por el pasillo, y no estoy seguro de si iba caminando sobre nubes o sobre un fango muy suave. Quizá era mousse de chocolate, porque acto seguido decidí recostarme y comenzar a lamer el suelo. No sabía mal (había limpiado concienzudamente por la mañana).
Después di un largo trago directamente de la botella de leche, que aunque estaba lógicamente fría, entró en mi cuerpo ardiendo, recorriendo la garganta, atravesando mi estómago y cayendo al suelo.
Me había hecho incorpóreo. Desnudo e incorpóreo.
Unas pocas gotas de leche cayeron por mi panza. Inexistente. Con la mano esparcí el líquido al tiempo que intuía mis costillas, demasiado marcadas. Las caderas parecían una silla esperando alguien para sentarse.
Mi sexo, arrugado, parecía a punto de desaparecer...
3 comentarios
Brocco -
Kaveri -
DuNa -
Te convertiste en aire... como diría la canción de Mecano. Incorpóreo...
Me ha gustado mucho! :-)
Feliz Navidad!!!