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Bajo Arboles Mojados

La realidad

—Bueno, pues eso, buenas noches —me dijiste en el quicio del portal de tu casa, con esa mirada tuya que no sé si me dice que te gustaría pasar las noches como estas conmigo o si realmente me estás despidiendo.— Ya nos veremos...

—¿Mañana? —pregunto con apremio.

—No, mañana tengo que adelantar cosas de la uni... Hasta el... el viernes.

Y yo por dentro gritando que no, que no voy a aguantar hasta el viernes, que voy a pedirte que me invites a subir a casa, con la excusa de beber algo, y luego robarte un beso en cuanto te descuides.

Pero no, cierras la puerta, y me quedo allí solo, y me voy hacia casa, cabizbajo y (más) deprimido, soñando quizá despierto, con un solo beso tuyo.

3 comentarios

último hombre Feliz -

Cada uno elige (en la medida de lo posible) su camino. Si ha decidido no invitarte es porque eso quería hacer. Y tu deberías aceptarlo, no criticarlo.

Ahora bien. Siempre debes procurar dirigir la medida de lo posible a "querer invitarte a subir".
(Que frío y calculador me ha quedado esto ultimo... aunque creo que todos procuramos siempre hacerlo... más o menos conscientemente)

olivia -

ella deberia haberte metido en su casa, la prox vez pidele q te acompañe ella a la tuya y q no se te escape.

* -

los besos robados son definitivamente los mas ricos ;)