Mis queridos enemigos
El otro día recibí una extraña carta dirigida a la entidad oroD. Al leer el destinatario me extrañé bastante, pero conforme iba viendo lo que aquellas personas decían, comprendí el título.
La carta había sido redactada por un conjunto de gente que leía con cierta frecuencia mis cuentos. Eran un grupo de sabios que habían creído encontrar ciertos elementos extraños entre las líneas que escribo.
Debido a un continuo cambio de género, esta gente cree no soy, sino que somos muchos los que redactamos las historias y las poesías. Una psicóloga que también forma parte del grupo encargado de desenmascararme llegaba a proponer un desdoblamiento de personalidad.
Por otra parte, un teólogo y un párroco de la asociación pensaban una posible relación entre yo (o nosotros) y el mismísimo anticristo, debida a alguna de las afirmaciones que he (o hemos) llegado a realizar y a un par de vaticinios que se han dado en estas páginas que ahora leen.
Por último, un colectivo de amas de casa que se adscribió a la asociación en contra mi causa, me acusa de ser una de las peores influencias que andan por este mundo cibernético, y recomiendan al gobierno (pues hay hasta infiltrados gubernamentales en este ecléctico grupo) que me censuren y me internen lo más pronto posible.
Yo (o nosotros) me (o nos) enorgullezco (o enorgullecemos) de contar con tan distinguidos lectores y les aseguro (o aseguramos) que continuaré (o continuaremos) dándoles material a analizar.
Buenas noches...
La carta había sido redactada por un conjunto de gente que leía con cierta frecuencia mis cuentos. Eran un grupo de sabios que habían creído encontrar ciertos elementos extraños entre las líneas que escribo.
Debido a un continuo cambio de género, esta gente cree no soy, sino que somos muchos los que redactamos las historias y las poesías. Una psicóloga que también forma parte del grupo encargado de desenmascararme llegaba a proponer un desdoblamiento de personalidad.
Por otra parte, un teólogo y un párroco de la asociación pensaban una posible relación entre yo (o nosotros) y el mismísimo anticristo, debida a alguna de las afirmaciones que he (o hemos) llegado a realizar y a un par de vaticinios que se han dado en estas páginas que ahora leen.
Por último, un colectivo de amas de casa que se adscribió a la asociación en contra mi causa, me acusa de ser una de las peores influencias que andan por este mundo cibernético, y recomiendan al gobierno (pues hay hasta infiltrados gubernamentales en este ecléctico grupo) que me censuren y me internen lo más pronto posible.
Yo (o nosotros) me (o nos) enorgullezco (o enorgullecemos) de contar con tan distinguidos lectores y les aseguro (o aseguramos) que continuaré (o continuaremos) dándoles material a analizar.
Buenas noches...
3 comentarios
GeBeSa -
kaveri -
arturo -
Uy! si lo sé no pongo la dirección a mi blog. jaja