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Bajo Arboles Mojados

El mago de Oz

El mago de Oz Cuando el león terminó de formular su deseo (pidió algo de valor, el muy estúpido) el viejo señor que se hacía llamar mago se me acercó:

—¿Y tú —preguntó acercando su rostro que olía a whisky y habanos— qué es lo que quieres? Pareces una persona normal... ¿acaso deseas regresar también a tu hogar?

Tuve que contener las ganas de escupirle que sentí en el momento en que noté como, disimulando, había rozado mi nalga derecha. Todo fuera por la causa justa que me había llevado allí.

—Yo, lo que realmente deseo, es que desaparezcan todos los farsantes y mentirosos.

Dicho esto, y con un sonido similar a un "pluf", desapareció el mago de nuestra vista...

4 comentarios

keyshi -

Si era un farsante entonces kien cumplio el deseo?...Siempre quedara algo de magia.

pyra -

ya..
pero que no se pierda la magia
porfas

GeBeSa -

"Si los farsantes y mentirosos volasen nunca veríamos el Sol"