Salto
Por fin había alcanzado el 21º piso. Subir a pie por las escaleras era cansado. Se asomó al borde y miró hacia abajo. Y luego hacia arriba.
Las estrellas le estaban marcando el camino. Tan solo tenía que enlazar Polaris con Arturo y el trayecto estaría hecho. Ese era el recorrido que le habían susurrado las hadas en la almohada
Cogió impulso y saltó.
Y aunque al día siguiente no fue para el mundo más que otro suicidio bajo los efectos de los psicoestimulantes, su alma continuó recorriendo la línea recta marcada por las dos estrellas.
Las estrellas le estaban marcando el camino. Tan solo tenía que enlazar Polaris con Arturo y el trayecto estaría hecho. Ese era el recorrido que le habían susurrado las hadas en la almohada
Cogió impulso y saltó.
Y aunque al día siguiente no fue para el mundo más que otro suicidio bajo los efectos de los psicoestimulantes, su alma continuó recorriendo la línea recta marcada por las dos estrellas.
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Último Hombre Feliz -