Olvidos
Subió a casa de la vecina de arriba para decirle que se le estaba saliendo el agua de la lavadora. Dado que era una mujer ya mayor, decidió ayudarla a limpiar el estropicio. Y cuando entró en el cuarto de lavar, lo encontró lleno de botellas de plástico de refrescos vacías. En un rincón se acumulaban 30 o 40 palos de escobas. Y los montones de periódicos, revistas y propaganda crecían aquí y allí, en cualquier lugar en que tuvieran espacio para desarrollarse.
-Muchas gracias, buena mujer, muchas gracias. No sé que hubiera hecho sin usted, sin su ayuda. Además, me alegro de conocerla por fin, ¿dice usted que vive abajo? ¿Es mi vecina? ¿Hace poco que se han mudado a este inmueble?
Ella asintió, con el corazón en un puño. Hacía ya 25 años que eran vecinas...
-Muchas gracias, buena mujer, muchas gracias. No sé que hubiera hecho sin usted, sin su ayuda. Además, me alegro de conocerla por fin, ¿dice usted que vive abajo? ¿Es mi vecina? ¿Hace poco que se han mudado a este inmueble?
Ella asintió, con el corazón en un puño. Hacía ya 25 años que eran vecinas...
2 comentarios
Pasaba por aqui -
cris -