Había dicho ya que odio a mi jefa?
El sábado estaba acostado y durmiendo a la 1 de la madrugada. Aún no consigo echar la culpa a alguien en concreto por ello.
Por un lado está el examen, que hizo que me levantara a las 5 para dar el último (o el primer) repaso.
También podría inculpar al trabajo. Se me acabaron las vacaciones precipitadamente, y se me acabaron las buenas caras para con mi jefa. No sonrío más con ella. No vuelvo a hacer el tonto. No me pierdo otro concierto (esta vez Jorge Drexler, con entradas pagadas) para hacerle un favor a una zorra como ella.
Por último, parte de la culpa también la tuvieron la pizza que me zampé o el calor que suelen coger las camas cuando se meten en ellas 2 personas.
El domingo me levanté sin ganas de levantarme. Esta vez, la culpa era exclusiva de mi trabajo. Quizá sea mejor dejarlo para estar bien conmigo mismo.
3 comentarios
sergisonic -
G. -
Con respecto a lo de acostarse un sábado a la 1... ¿qué hay de malo? yo cada vez trasnocho menos, y ahora que trabajo los sábados aguanto menos todavía...
anita -