Teoría (de la nieve)
La nieve, qué extraña planta. Uno se afana a cortar el más mínimo indicio de su existencia, pasando frío en invierno y calor en verano, podando cada ramita blanca, arrancando todos los sarmientos… Y un día de mucho frío va, y el pueblo amanece completamente blanco… Y enseguida pienso, andá, se me olvidó podar la semana pasada.
Y es que ya se sabe que con la nieve pasa lo mismo que con los corazones... Que si no se va apartando poco a poco la escarcha, acaba todo helado...
Y como esta planta, que sabe de su efímera existencia, es muy lista, pues nada más crecer (más o menos a razón de 5 centímetros la hora), florece y lanza esporas al viento, que migran y caen unos metros más allá dejándolo todo cubierto de un manto. Blanco.
Jodida nieve.
Qué frío que deja…
3 comentarios
M. -
Abrazosssss
anita -
Migae -
Un placer reencontrarte, tanto tiempo después.