Teoría (de los gritos)
Hay veces que en casa nos comunicamos mediante gritos. Es un mecanismo de comunicación un poco anticuado, pero funciona. El tono base de mamá debe ser de unos 80 o 90 decibelios. En la última mascletá que vi en la tele alcanzaron los 110.
Es una forma de comunicación un poco precaria, ya que los gritos no permiten expresar otro sentimiento que rabia, odio o malestar. Así pues se pierde la mitad del mensaje. Y claro, saca el pan se convierte en una acusación de primer grado, y buenas noches en una venganza.
Yo impondría más bien la máxima de algunas cafeterías que estan abriendo en Nueva York (cuánto nos sacan de ventaja estos americanos), en donde no se puede hablar, sino susurrar. Son las llamadas wispper coffes. Las hay incluso con libretitas y bolis por todos los rincones para comunicarse, pues se llegan a prohibir incluso los susurros.
Yo, la verdad, me conformaría con los susurros que a veces me dicen en la cama, justo al lado de la oreja.
Es una forma de comunicación un poco precaria, ya que los gritos no permiten expresar otro sentimiento que rabia, odio o malestar. Así pues se pierde la mitad del mensaje. Y claro, saca el pan se convierte en una acusación de primer grado, y buenas noches en una venganza.
Yo impondría más bien la máxima de algunas cafeterías que estan abriendo en Nueva York (cuánto nos sacan de ventaja estos americanos), en donde no se puede hablar, sino susurrar. Son las llamadas wispper coffes. Las hay incluso con libretitas y bolis por todos los rincones para comunicarse, pues se llegan a prohibir incluso los susurros.
Yo, la verdad, me conformaría con los susurros que a veces me dicen en la cama, justo al lado de la oreja.
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