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Bajo Arboles Mojados

Segundos

Esta mañana, como casi todas las mañanas, recién levantado, me he preparado mi café con leche. He tomado un poco del que sobró anoche y con un chorro de leche, lo he metido en el microondas.

He notado, desde hace unos días, que el susodicho electrodoméstico hace un ruido extraño, que he atribuido a algún roce con el plato que hace girar los alimentos.

Pues hoy no ha sido menos escandaloso, hasta el punto de que he debido sacar mi vaso (frío!) porque al no girar el plato, el microondas se paraba.

Y ahí han comenzado las cosas raras. Porque al mirar el reloj, como había hecho solo cinco minutos atrás, he comprobado que volvían a ser las 8'26...

Bueno, se habrá roto mi reloj, he pensado.

Pero cuando he decidido salir, ya con la bici en la mano, he notado que no se escuchaba el típico tráfico al final de la calle. Porque de hecho, estaban todos los coches parados en mitad de la carretera, con sus ocupantes cabreados, incluso dando girtos, dentro, incapaces de hacerlo arrancar o de abrir las puertas.

Llegado a este punto, he subido corriendo a casa otra vez y he comprobado mis sospechas.

Y al levantar el plato del microondas, me he encontrado un segundo que no había dejado correr...

6 comentarios

Agua -

¡Genial! Un segundo redondo.

jacaranda -

Me encantan las historias sobre el tiempo, sobre los segundos circulares. Como ésta.

Enhorabuena y un beso, verde, de bosque!

Anónimo -

Sinceramente, después de leer todo esto, me alegro de no tener microondas...
Yarince me has llegado con la analogía con las bombas...

Brocco -

no metáis en un micro la típica bolsa de agua para calentar la cama sino queréis cargároslo y que la cocina se quqede llena de trozos de goam pegados con olor a neumático...

Yarince -

Por un momento fuiste Noriega en Abre los ojos, y Murray en Atrapado en el tiempo, y Arguiñano!!

Tocaste uno de mis temas más escalofriantes. Me aterran los microondas y sus cuentas atrás. Me recuerdan a las bombas de las películas.

Veritas -

Un segundo... La clave del tiempo.
Bonito cuento :)
Muxus!