Sólo es un supuesto
Imagine la situación: Usted llega tranquilamente al autobús, después de una mañana de trabajos y viajes interurbanos.
Sube al autobús y lo encuentra abarrotado. Pero por suerte hay, al fondo del mismo, un par de asientos libres. Decide usted sentarse allí. Se encuentra en uno de esos momentos en los que la asocialidad tiende casi a infinito y prefiere estar sólo, con la música de su disk-man y el libro que le ha prestado su hermano pequeño (La princesa prometida, ya que estamos imaginando, imaginen bien todo).
Entonces entra un chico. Joven. Mayor de edad. Desconocido. Y quedando aún sitios libres en el autobús (aunque teniendo que sentarse obligatoriamente al lado de alguien), decide, el susodicho, descansar plácidamente a su lado. Saca su reproductor musical. Lo enciende. Cierra los ojos. Y a los dos minutos ya duerme plácidamente (o eso parece). Hablamos aún del acompañante, el joven que entró después de usted.
Pero dos curvas después, y debido al tambaleo típico del transporte de masas, el joven recuesta suavemente la cabeza sobre su hombro. Sí, el de usted mismo/-a.
Deje de imaginar. Ahora plantéese la siguiente duda:
¿Debería besarle?
Sube al autobús y lo encuentra abarrotado. Pero por suerte hay, al fondo del mismo, un par de asientos libres. Decide usted sentarse allí. Se encuentra en uno de esos momentos en los que la asocialidad tiende casi a infinito y prefiere estar sólo, con la música de su disk-man y el libro que le ha prestado su hermano pequeño (La princesa prometida, ya que estamos imaginando, imaginen bien todo).
Entonces entra un chico. Joven. Mayor de edad. Desconocido. Y quedando aún sitios libres en el autobús (aunque teniendo que sentarse obligatoriamente al lado de alguien), decide, el susodicho, descansar plácidamente a su lado. Saca su reproductor musical. Lo enciende. Cierra los ojos. Y a los dos minutos ya duerme plácidamente (o eso parece). Hablamos aún del acompañante, el joven que entró después de usted.
Pero dos curvas después, y debido al tambaleo típico del transporte de masas, el joven recuesta suavemente la cabeza sobre su hombro. Sí, el de usted mismo/-a.
Deje de imaginar. Ahora plantéese la siguiente duda:
¿Debería besarle?
16 comentarios
Ultimo Hombre Feliz -
Suponiendo que el acompañante tiene su "toqe magico". Adelante, besale. Si cuela, cuela, y si no, seguramente no le volveras a ver en toda tu vida (o si).
P.D.: "Os estamos observando"
Lül@ -
* -
;)
keyshi -
Besos a todos
chiquitina -
Hay que tener valor eh???
Imaginaros que sois vosotros los que os habeis quedado dormidos...y el ti@ de al lado os besa!!
mmmmmm que movida no?
sharu_ -
kaveri -
(Por cierto, dile al supuesto protagonista que el libro que lee es peligrosamente adictivo. Es un consejo de kaveri y la D.G.T.)
Alejandra -
Lo de los dientes sanos y fuertes es algo que me dijo una amiga alguna vez, a propósito de algo que yo le pregunté. Pero por supuesto, podrías hacerlo y seguir teniendo dientes sanos y fuertes, no?
Un saludos.
Alejandra -
nada -
Brocco -
Marta -
Las mejores historias se comienzan donde uno menos se lo espera...
Un beso a los dos.
Marta -
oroD -
Aldeana -
Marta -