Simulacros
Que habíamos descubierto cómo dormir juntos sin que mis padres se enteraran.
El despertador sonaba y los dos nos quedábamos medio soñolientos en la cama, aún desnudos y abrazados. Había besos. Y caricias. Quizá algo más.
Luego nos levantábamos, e íbamos a la cocina. Habías comprado leche y cereales y pan para tostar y mantequilla para untar.
Cuando terminábamos, yo me dirigía a la puerta y tú me pedías que me quedara un poco más. En la puerta me dabas otro beso, y me intentabas arrastrar hasta el sofá del comedor. Yo me dejaba vencer.
Y luego, viendo la hora, te decía que me tenía que ir corriendo o llegaría tarde. Entonces sí me dabas otro beso en la puerta y me dejabas marchar.
Y yo llegaba a casa a las 4 de la madrugada, y me metía de nuevo en la cama. Y caía en el sueño sonriente sabiendo que había dormido ya contigo...
El despertador sonaba y los dos nos quedábamos medio soñolientos en la cama, aún desnudos y abrazados. Había besos. Y caricias. Quizá algo más.
Luego nos levantábamos, e íbamos a la cocina. Habías comprado leche y cereales y pan para tostar y mantequilla para untar.
Cuando terminábamos, yo me dirigía a la puerta y tú me pedías que me quedara un poco más. En la puerta me dabas otro beso, y me intentabas arrastrar hasta el sofá del comedor. Yo me dejaba vencer.
Y luego, viendo la hora, te decía que me tenía que ir corriendo o llegaría tarde. Entonces sí me dabas otro beso en la puerta y me dejabas marchar.
Y yo llegaba a casa a las 4 de la madrugada, y me metía de nuevo en la cama. Y caía en el sueño sonriente sabiendo que había dormido ya contigo...
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leYre -