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Bajo Arboles Mojados

Vaticinio

Despertó sudoroso a media noche, sabiendo que iba a morir a los 21 años. Entonces aún tenía 16 años y no le prestó demasiada atención al vaticinio.

Pasaron los años y llegó a olvidar aquella premonición hasta que cumplió los 20 y supo que tenía que aprovechar al máximo su tiempo. No sabía si moriría el día de su 21 cumpleaños o a lo largo de ese año, se dedicó a hacer todas aquellas cosas que antes no se había atrevido, a intentar realizar todos sus sueños. Así, amó con pasión hasta el amanecer, lloró con verdadera pena, deseó con todas sus fuerzas, abrazó como si cada vez fuera la última...

Y así pasó el año. Y el día antes de cumplir los 22, ansioso y nervioso, y aún más temeroso por una muerte dolorosa, se introdujo en la bañera llena de agua caliente, apagó las luces y encendió 3 velas, y al ritmo de sus canciones preferidas, se inflingió dos cortes en las muñecas, para morir desangrado.

4 comentarios

kaveri -

feliz año a todos!!!

El Hacedor de Brumas -

Parece que, poco a poco, aún sin entender, quizá temeroso por ese resurgimiento, vuelves a los inicios. ¿Se cerrará el círculo pues?

H -

Fantástico. Gracias por tu visita. Te escribiré.

Felipe -

curioso cuento, es la primera vez q entro a este blog.
hasta pronto y feliz año nuevo :)