Delante del espejo
Perdí las costumbres.
Una mañana me levanté y la poesía se había ido de paseo con otra más guapa, más alta, sin michelines ni celulitis.
Al día siguiente olvidé felicitar a mi blog por sus cinco años de tonterías.
Ya ni me reconozco delante del espejo. Quizá esté envejeciendo...
3 comentarios
Noé -
Argax -
Felicidades, un lustro, jodo.
kaveri -
En cualquier caso, Orod, estos cinco años te sientan muy bien.