Teoría (de muchas cosas)
Veamos como comienzo. Hay muchas cosas de las que hablar, y poco tiempo para hacerlo. Podría comenzar hablando de los jersés, y de lo abrigados que son y de cómo me hacen subir los colores en clase, puesto que siempre llevo ropa de más en clase. Otro tema de interés serían los helados en invierno, que tengo unas ganas locas de que se me pase esta gripe para poder volver a atacar alguna tarrina de esas de medio litro o de litro y medio de Tiramissú. No dejar pasar la oportunidad de hablar sobre las lucecitas que hay estos días en las calle, que le hacen a uno sentir vivo. Independientemente de si se celebran las navidades, o la Pascua judía, o el medio año chino. Que lo importante son las lucecitas blancas que cuelgan de todos los sitios.
A parte, es extraño esto de las caricias y las cosquillas. Me encantaría que alguien me hiciera llegar algún artículo científico que explicara la razón de que sólo tengo cosquillas cuando voy a hacer el amor. Seguro que es algo que le ocurre a un porcentaje de la población elevado y seguro que algún científico aburrido (o no tanto) se decidió a estudiarlo y a experimentarlo.
Y los turrones, y polvorones, que siempre me saben algo iguales, aunque sean de almendra o de chocolate o de canela. Quizá sea por esa extraña afición que tengo de meterme en la boca todos los polvorones al mismo tiempo, junto con cachitos de todos los turrones que tengo a mi alcance, algún Ferrero y otras delicias varias, mientras trago un trago del herbero de la boda de mi prima.
Bueno, creo que ya he hablado de muchas cosas hoy. Y que me duele la garganta.
Punto. Y final. Por hoy.
3 comentarios
Peludiyo -
PD:Ayer compré unas luces blancas para el árbol chulísimas...(las viejas pasaron a mejor vida)
Victor -
anita -