Teoría (de los sueños y las poleas)
Anoche imaginé un mundo mecánico. Un lugar en el que todo se movía con mecanismos de poleas, palancas, cuerdas… Donde para arrancar un coche debías dar vueltas a una manivela y para conseguir que tu pareja te besara estirabas de un cordel.
Debería haber un grupo de personas encargadas de dar cuerda al planeta, para que girara sobre su propio eje. U un despiste por su parte sería igual de catastrófico que si un farero se quedara dormido al atardecer.
En el mundo mecánico que imaginé, mi corazón era una amalgama de cristales a penas unidos con cola de carpintero. Restos de todos los sueños rotos que latían bajo el influjo de unas pequeñas manecillas. Algunas noches decidía sacarlas y desmontar mi corazón, colgando del techo los trozos de cristales con hilo de pescar y alumbrándolos con una linterna.
Mientras giraban allí arriba, reflejaban la luz, creando estrellas y constelaciones. Y si callaba y me quedaba muy quieto, las estrellas me cantaban nanas…
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brocco -