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Bajo Arboles Mojados

Si una noche de invierno un viajante

Si una noche de invierno
un viajante
viniera a encontrar cobijo
entre estos labios secos
encontraría

una habitación sin amueblar,
un colchón unido
a otro colchón en el suelo,
(una caja de esperanzas vacía),
una jarra de agua para lavar
el cuerpo tras los sudores
que provocaron tus manos
en mis muslos,
una puerta cerrada que esconde
a un pequeño diablo
que de vez en cuando se escapa.
Un arco iris roto, una lata de viento embotellado,
unas películas viejas de amaneceres.

Si una noche de invierno
un viajante
viniera, me encontraría
cerrado por reformas.

2 comentarios

guadalupe -

jamás limitaría ni mi espiritu, corazón o alma a alguna reforma. Todos ellos son móviles y en perpetuo cambio....
que agradable sensación es la libertad

Ladyarwen -

A veces es necesario tener cerrado por reformas, tanto el alma, como el corazón como el cuerpo. Pero tampoco más de lo necesario, se corre el peligro que la estancia se vuelva demasiado helada.