Blogia
Bajo Arboles Mojados

Blanco

Dicen que se enteró de la muerte de Federico cuando estaba exponiendo en París.

Había debido salir al exilio, pues su situación era peligrosa; rojo, artista y maricón.

Dicen que se encerró en su estudio y no dejó entrar a nadie en tres días. Que la asistenta se preocupaba porque no comía y que en ningún momento apagó la luz.

Sólo habló una vez en esos días con el servicio doméstico, y fue para pedir más pintura blanca.

Ahora se recuesta en un sillón de mimbre con una camiseta demasiado juvenil para sus 95 años. De muchos colores.

Dicen que la chica que esposó años después no descubrió ni su nombre real ni su homosexualidad. Que murió joven dejando solos un niño y un esposo que la quiso con locura.

Ahora pasa horas con la mirada perdida en el lienzo que salió de su habitación en su exilio personal. Una tela negra repintada de blanco a conciencia...

0 comentarios