Blogia
Bajo Arboles Mojados

Despertares

Me desperté por los ruidos que comencé a escuchar. Extrañado, alargué la mano para encender la lámpara que hay en mi mesita. Pero la lámpara ya no estaba allí. Ni la mesita.

Con el miedo comenzando a crecer en mi cabeza, abrí los ojos para descubrirme en medio de un bar. La cama ocupaba el espacio que debería corresponder al de dos mesas. Un poco más allá, una pareja de ancianos tomaban con tranquilidad su café y sus tostadas de pan con mantequilla. Y en la barra, no demasiado lejos de mi cabezal, una cuadrilla de obreros discutían y leían la prensa deportiva.

Lo más extraño era que para ellos, yo no me encontraba fuera de lugar. De hecho, una joven que entró con un carrito me pidió disculpas por los llantos de su hijo...

3 comentarios

kaveri -

Muy bueno, chico, con hstorias como estas sigues sacándome ventaja.

Leonel -

Perdona, me olvide de firmar y no quiero ser un anomimo. Preferiría ser un nadie, jajaja.

Anónimo -

Muy bueno. Hay veces en que nos sentimos fuera de lugar pero solo es nuestra imaginación, para el resto, somos uno más.
Un gran abrazo.