En tu veneno
alguien sopló una vez en mi cuello
en la cama
y no me dejaba dormir
cansado, decidí darme la vuelta
y abrazar otras madrugadas,
pero no encontré más que manchas
de sangre y musgo
que recorrían mis venas.
salí sólo por un instante a la calle
para comprobar
que también me había cansado de ser
la rubia del traje rojo
el loco, el asesino,
el causante de todos los problemas,
el único que tenía valor de decirlos
y el poeta enamorado.
así que, lentamente me dejé caer
en tu veneno...
4 comentarios
Agua -
Anónimo -
Yarince -
Anónimo -