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Bajo Arboles Mojados

Flautista

La verdad es que nadie sabe la razón por la cual los habitantes abandonaron el poblado.

Pero cuando el delegado de correos llegó, como hacía todas las semanas, no encontró más que un pueblo fantasma. Extrañado, comenzó a vagabundear por las pocas y estrechas callejas, en busca de algún signo de vida, más todo su esfuerzo fue en vano... Llamó a la policía y en poco tiempo los alrededores volvían a estar repletos de actividad. Por todos los rincones, agentes de la policía especial alumbraban con lámparas especiales, buscaban casi con microscopio algún indicio que les pudiera esclarecer la ausencia de los habitantes.

Nada.

Simplemente, la gente se había ido. De la noche a la mañana.

Hubo varios intentos de repoblar la zona, incluso una famosa agencia inmobiliaria invirtió una gran suma de dinero construyendo un campo de golf cercano. Pero nadie se atrevía a volver a vivir allí.

Temían, todos, levantarse en mitad de la noche, como suponían hicieron los habitantes primigenios, y andar directos hacia la caverna oscura que se introducía en las faldas de la montaña cercana, siguiendo a aquel extraño ser que parecía tocar una flauta...

4 comentarios

Yarince -

Insisto en mi comentario a tu otro cuento. Explota ese lado oscuro, porque es un filón.

Brocco -

Aaaaaah! No será que lo que iban a hacer todos a la cueva era tocarle la flauta al sujeto susodicho?
:p

Agua -

Una variación preciosa. Siempre me inquietó ese cuento, la venganza era terrible. En tus dedos es como una gota redonda y a la vez puntiaguda.

Saf -

¡¡Aayyy... si eso es EXACTAMENTE lo que pasa con tu blog!! (que crea adicción. Que se te sigue, a ojos ciegos, por todos los vericuetos de tus posts).

Es un cuento precioso, "tocado" por tí gana mucho.

Saf ;-))