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Bajo Arboles Mojados

Gastronomía

El sexo en la cocina puede llegar a alcanzar dimensiones extraordinarias.

A pesar de intentar olvidar todo lo que ocurrió en mi última relación, la noche en que volvió del viaje por el norte quedó marcada a fuego en mi cabeza.

Yo no esperaba que volviera tan pronto, así que me sorprendió acabando de preparar la cena. En el fuego, una cacerola con la salsa y el pescado en la sartén. En un pequeño cazo, hervía a fuego lento el dulce de leche, acabándose de preparar. Y sobre la mesa, en medio de la cocina, cortaba verduras para la ensalada. Me gustan las cenas bien surtidas.

Entraste en silencio y me agarraste por detrás. Me subiste sobre la mesa y mientras con una mano intentabas apartar la tabla de madera para cortar, con la otra buscabas el botón del pantalón.

El cuenco con el tomate, recién cortado y parcialmente picado, se derramó sobre mi pecho al tiempo que tu boca cataba manjares en mi boca y otras localizaciones de mi anatomía.

Aquella noche fue inolvidable, aunque tuvimos que llamar a la pizzería.

Toda la cena se quemó.

2 comentarios

Brocco -

Um, suculenta escena... Muy visual.

kaveri -

¿por qué intentar olvidar tolo lo que contuvo una relación? Yo opino que conservar lo bueno es necesario. Y aquella cena se me antoja un reencuentro muy dulce y apasionado, de los que a mí me gustaría poder recordar.