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Bajo Arboles Mojados

Distracción (III)

Cuando se le fue acercando, despacio y liviana sobre la superficie del lago, pudo comprobar que se trataba de una ciudad flotante en miniatura, miles de pequeñas casas de barro construidas sobre los lomos de un par de medusas gigantescas.

Las libélulas, con sus diminutos tripulantes, iban y venían. Cada casita tenía en su interior una luciérnaga que le proporcionara luz y calor.

Y en medio de la ciudad, majestuosa, se alzaba una torre, coronada por un pequeño magnolio en flor, y vigilada por centenares de polillas, todas al servicio de la reina...

5 comentarios

oroD -

Anónimo: la veritat és que no sóc tan "pastel", sols que estic una mica sensible últimament. Els contes són un 20% sentimentals, 80% metáfores de coses que pense/m'ocorren...

Herrero de Imblog: alguien me regaló, en abril del año pasado, un tarro lleno de libélulas... Las alimento cada día con cariño... Y no me pienso desprender de ellas jamás.

Kaveri: sabes que, cuando quieras, te vuelvo a escribir otro cuento

Juank: no me tomo nada para escribir. En realidad, creo que estoy ya lo suficientemente loco... Y me gusta...

Juank -

Me gustan tus cuentos porque disfruto mucho de tu inventiva... ¿cómo lo haces para montarte estas fantasías y escribir tan bien? Si fueras Amelia (Ame, TQM) diría que lo logras con dosis masivas de sustancias alucinógenas... pero, como no eres Amelia...

Herrero de Imbolg -

Siempre me pregunté porqué en tus melodías, perdoname esta licencia de confusión de géneros artísticos, sin duda reflejo de lo que quisieras ser, has desarrollado esa fascicación por ese diminuto ser, la libélula, que tan poéticamente has logrado manejar. También me pregunto porqué has dejado que ese ente tan abyecto y carente de juicio haya tomado las riendas de tu voluntad en cuestiones de política exterior, salvándote sólo porque tus embajadas aún se desviven por rastraear, en los otros reinos, el paradero de esa isla desconocida. Supongo que en definitiva todo se reduce a esa falta de confianza en tí mismo que auguró hace tiempo el mago de la corte...¿Cuando dejarás que el arpista de plata silencie el requiem que ha menoscabado a toda tu corte desde lo que parecen ya eones inconmensurables,dejando así que el aire fresco renueve tus otrora lienzos incólumes, y tomarás el cetro para dirigirte de nuevo al reino?
Algunos nos prestamos de nuevo a estar ahí.

kaveri -

Si vas a empezar a hacer cuentos a medida, voy a ir pensando en mi petición, aunque claro, seguo que para eso antes te tendré que enviar aquello que escribí, lo de comer y amar...

Anónimo -

asto es ho que vull llegir: Comtes que em transporten a altres mons. moltes graciès