Nuevas cafeterías y más cafés
En un par de semanas la vida da un giro de 180º, y te encuentras en otra ciudad, con trabajo e independizado. Comienzas a conocer gente nueva, a tener posibilidad de ir a los ciclos de los cines independientes de tu ciudad, a poder quedar a cafés después de cenar sin la monserga materna...
Es extraño. A veces se me nubla la vista, me desoriento. Sobreestimulación sensorial. Muchas ganas de sacar la cámara y fotografíar al vagabundo, al borracho, a la señora que compra en el mercado y al niño que salta en la fuente.
Ganas de escribir. Pero me reprimo y me censuro. No quiero. Necesito volver a leer mucha poesía antes de volverme a sentar con tranquilidad.
Leer poesía y tomar muchos cafés. Necesito descubrir nuevas cafeterías...
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