Sopa
... pero ya estaba subiendo por un camino hacia arriba, hacia la cima. Camino por decir algo. Subía y basta.
Una vez en la cima me senté y comencé a esperar. Creo que pasé unos quinientos o setecientos años esperando. Las arañas subían por mis piernas y las polillas anidaron en mis rizos. Creo que crecían los yerbajos bajo mis pies, y fue eso lo que me molestó, así que decidí volver a casa.
Allí había un plato de sopa. Caliente. Y con una simple caricia, apartaste de mi pelo las telarañas.
También había un beso. Esperándome.
Una vez en la cima me senté y comencé a esperar. Creo que pasé unos quinientos o setecientos años esperando. Las arañas subían por mis piernas y las polillas anidaron en mis rizos. Creo que crecían los yerbajos bajo mis pies, y fue eso lo que me molestó, así que decidí volver a casa.
Allí había un plato de sopa. Caliente. Y con una simple caricia, apartaste de mi pelo las telarañas.
También había un beso. Esperándome.
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