Ahogado
El ahogado salió a dar una vuelta por el fondo marino. La piedra que llevaba atada a una pierna impedía que la marcha fuera rápida. Y además, de vez en cuando se enredaba con algún resto de los naufragios, por lo que hacía constantes altos y quitaba aquello que se había enganchado.
Así, poco a poco, alcanzó la playa, y ya fuera del agua, se tendió al sol para secarse un poco.
Unos chavales que le encontraron un poco después no pudieron evitar muecas de asco ante la pestilencia que desprendía.
Así, poco a poco, alcanzó la playa, y ya fuera del agua, se tendió al sol para secarse un poco.
Unos chavales que le encontraron un poco después no pudieron evitar muecas de asco ante la pestilencia que desprendía.
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kaveri -