Mudanzas
Cuando abandoné la casa para instalarme en el nuevo estudio, me recorrió una sensación de melancolía. Atrás dejaba ya no sólo muchos recuerdos, sino también las estrellas que había esparcido en el techo de mi habitación y el pequeño monstruo bajo la cama.
Antes de irme, me despedí de cada uno de los astros y dejé, casi por compromiso, que el horrendo ser me asustara por última vez.
Ya en mi estudio, aquel ático con una pequeña ventana que daba a la plaza de los aerostáticos, me alegré al encontrar un nido de alacranes en la cocina y un agujero negro en el armario... Las rarezas no me abandonaban.
Antes de irme, me despedí de cada uno de los astros y dejé, casi por compromiso, que el horrendo ser me asustara por última vez.
Ya en mi estudio, aquel ático con una pequeña ventana que daba a la plaza de los aerostáticos, me alegré al encontrar un nido de alacranes en la cocina y un agujero negro en el armario... Las rarezas no me abandonaban.
3 comentarios
Gea -
kaveri -
sabbat -
Hoy no he leído más que este post y lo que estaba escrito sobre la corteza de tu árbol pero ... me ha gustado mucho, seguro que querré volver.
Un saludo :)