Principio de Incertidumbre
Este verano visité Madrid justo cuando estaba lleno de carteles sobre la grabación del disco en directo. Caminaba por la ciudad con Guada (no recuerdo si de la mano, aunque no era necesario para sentirla cerca) y al ver los carteles le dije:
-Uy, Ismael va a grabar un disco en directo la semana que viene... Molaría ir a verlo. Por cierto, ¿cuál era el principio de Incertidumbre?
-Pues yo también lo he sabido, pero ahora no lo recuerdo...
Pasé una tarde de vicio por las calles viejas de Madrid, decidiendo qué cosas francesas nos gustaban y cuáles no tolerábamos. Pero en mi cabeza continuaba el principio dichoso.
Salimos por La Vaca Austera, 4 personas venían conmigo, cada una con algo mágico, cada una genial. Y a pesar de pasar la noche algo apenado por cierta ausencia a mi lado (y en mi corazón), lo pasé estupendamente.
Llegamos a las mil a casa de Guada y aún tardamos en acostarnos. Después de hacer mil payasadas con el ordenador, nos acostamos (creo recordar que comenzaba a amanecer), y a mí me tocó la habitación que da a la gran ciudad...
Y en medio de mis sueños, mientras corría tras alguien que huía más rápido que yo, apareció un señor de pelo blanco con unas grandes gafas de pasta que recitó:
-Es completamente imposible conocer la posición exacta de un electrón en su órbita alrededor del núcleo y al mismo tiempo su velocidad. A esto lo llamamos el Principio de Incertidumbre de Heissemberg.
No sabes cuánto significa para mí ese principio. Y siento que te haya puesto toda esta perorata aquí. Tampoco puede que nadie de mis amigos de Madrid sepan lo que significaron aquellos días para mí. Pero de todas maneras... Gracias.
A Marcapáginas, por ir marcando el camino y moviendo sentimientos... Y todos los de Madrid
-Uy, Ismael va a grabar un disco en directo la semana que viene... Molaría ir a verlo. Por cierto, ¿cuál era el principio de Incertidumbre?
-Pues yo también lo he sabido, pero ahora no lo recuerdo...
Pasé una tarde de vicio por las calles viejas de Madrid, decidiendo qué cosas francesas nos gustaban y cuáles no tolerábamos. Pero en mi cabeza continuaba el principio dichoso.
Salimos por La Vaca Austera, 4 personas venían conmigo, cada una con algo mágico, cada una genial. Y a pesar de pasar la noche algo apenado por cierta ausencia a mi lado (y en mi corazón), lo pasé estupendamente.
Llegamos a las mil a casa de Guada y aún tardamos en acostarnos. Después de hacer mil payasadas con el ordenador, nos acostamos (creo recordar que comenzaba a amanecer), y a mí me tocó la habitación que da a la gran ciudad...
Y en medio de mis sueños, mientras corría tras alguien que huía más rápido que yo, apareció un señor de pelo blanco con unas grandes gafas de pasta que recitó:
-Es completamente imposible conocer la posición exacta de un electrón en su órbita alrededor del núcleo y al mismo tiempo su velocidad. A esto lo llamamos el Principio de Incertidumbre de Heissemberg.
No sabes cuánto significa para mí ese principio. Y siento que te haya puesto toda esta perorata aquí. Tampoco puede que nadie de mis amigos de Madrid sepan lo que significaron aquellos días para mí. Pero de todas maneras... Gracias.
A Marcapáginas, por ir marcando el camino y moviendo sentimientos... Y todos los de Madrid
3 comentarios
oroD -
:-O -
Guada -
No tienes que esperar a que Ismael Serrano saque otro disco para volver... te dejo encantada la habitación que da a la gran ciudad :-)