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Bajo Arboles Mojados

Distracción (I)

Comenzaba a anochecer y se encontraba algo cansado, por lo que decidió dejar de volar y levitar sobre la superficie del lago. Antes, se acercó al bosque y recogió de debajo de las encinas y las moreras unas cuantas luciérnagas, que metió en el interior de un frasco de ámbar. Era curioso el efecto que causaban estos insectos al volar en el interior y mover los focos de luz, que chocaban con alguna de las impurezas del ámbar y creaban magníficas danzas de sombras.

Algo más relajado ya, se acercó a la isla del centro del lago, donde hibernaba el dragón rojo. A pesar de las creencias de los mortales, los dragones eran seres tontos, sin a penas inteligencia. Los duendes más pequeños jugaban a acercarse sigilosamente y robarle alguna de sus escamas, con las que construían bonitos amuletos, por otro lado, carentes por completo de función.

Cuando ya notaba la calidez creada por las altas temperaturas de las emanaciones del dragón, decidió recostarse y observar el reflejo nacarado del interior de una concha de una almeja. La había encontrado unos días atrás en la playa de sal, y había estado puliendo su interior con paciencia, de manera que reflejaba a la perfección los objetos que se le colocaban delante. Pero esta vez, lo que vio en aquél reflejo no fue su juguetón rostro, sino que se trataba de la imagen de un joven que, para distraerse de sus estudios, había comenzado a escribir un relato fantástico...

5 comentarios

Juank -

Por lo menos le sacaste provecho a tu rato de distracción y nos deleitaste con este relato!!

aissha -

estoy pendiente de que publiques el segundo capítulo
1beset

GeBeSa -

Tu vas tindre un conflicte quant tenies que elegir branca per a estudiar, no??
Una besà xicon!!

jane eyre -

Muy bien redactado, como se nota la biología...