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Bajo Arboles Mojados

Dragón

Sobre la espalda del dragón construyeron una hilera de casas. Comenzaban en el arco de la cola y se alargaban hasta el nacimiento de las alas. Allí los habitantes decidieron hacer un parque para los niños, que además corrían hasta las fauces de la fiera y jugaban al escondite en sus narices.

Como los movimientos del dragón eran muy lentos, nadie se sentía molesto. Hacía milenios que dormía.

Por las noches, las casas de madera crujían ligeramente por el balanceo de la respiración del monstruo, aunque eso tranquilizaba a los más pequeños, que descansaban reconfortados.

Y cuando de vez en cuando el dragón decía algo en sueños, los lugareños se alegraban y hacían fiesta y bebían y bailaban hasta que amaneciera.

Era bonito vivir sobre el dragón...

1 comentario

Aldeana -

¿Te he contado que hace poco me compré un Dragón?
Me cuida la casa cuando no estoy... a ver si te lo enseño.
Me encantan los dragones.