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Bajo Arboles Mojados

Azul y verde.

Esta noche he soñado que pintábamos las paredes de mi cuarto de color azul y verde. Como es lógico, acabábamos llenos de pintura. En el pelo, en la ropa, en las piernas y en los piés. Y juntos nos metíamos en la ducha.

Lo más curioso del sueño era esa sensación de frescor que lo inundaba. Desde las nuevas tonalidades de las paredes hasta el airecillo que tras la ducha se colaba por debajo de las camisetas.

Después, nos metíamos en la cama estrecha y despertábamos, horas después, con carcajadas, comentando un sueño extraño en el que pintábamos las paredes de la habitación.

De azul y verde.

1 comentario

Anónimo -

Me despierto de repente, aún recuerdo aquél sueño. No era malo, tan sólo era extraño.

Me despierto sudando. El calor de esta habitación empieza a ser insoportable y el verano no ha hecho nada más que empezar.

Aún recuerdo el sueño, estaba contigo, (y es que en mis sueños, siempre estoy contigo). Hablábamos frente a frente, un café aún caliente entre mis manos y yo que no puedo despegar la mirada de tus ojos. Tú me sonries, como siempre lo haces cuando te miro embobada, entonces siento una punzada de vergüenza que me obliga a agachar la cabeza y mirar la taza que está ante mi.

Miro por la ventana de la cafetería, hace sol y hay gente andando por la calle. Vuelvo a levantar la vista para volver a encontrarme con el verde de tu mirada y decirte que estoy deseando llevarte a El Puerto. Casi sin tiempo para reaccionar, un anciano canoso, con el pelo largo comienza a recitar los versos de un poema que de tantas veces leido ya parece parte de mi memoria