Blogia
Bajo Arboles Mojados

Pequeño secreto

Y ahora, de nuevo, vuelta a la (sub)normalidad

Tengo un pequeño secreto que no he dicho nunca a nadie, y que espero que nunca nadie llegue a conocer.

Y es que cuando mis padres salen de casa por las tardes, cuando está atardeciendo y se queda por todas las habitaciones ese resplandor rojizo casi mortecino, puedo convertirme en fantasma. Sí, sólo con cerrar los ojos y desearlo fuertemente, mi cuerpo se desvanece y me vuelvo etéreo, prácticamente aire. Entonces me dedico a vagar como alma en pena por mi casa. El problema es que es bastante pequeña, y pronto termino de recorrer las habitaciones con mis ruidos de cadenas. Llego a resultar casi patético...

Cuando vuelven mis padres, regreso a mi estado normal. Y ellos me dan un beso en la frente y me voy a la cama como un chico bueno...

4 comentarios

lágrima -

La magia recorre tu cuerpo, todos tus sentidos absorben un montón de información, pero tu cerebro se ha parado, tu otro yo vaga por la atmósfera mezclandose con el atardecer que hace unos instantes llamó tu atención y reclamo tu presencia.En ese momento los oidos se vuelven sordos y la pupila se contrae,...y tu no paras de volar, sientes como otro atardecer da paso a la noche, y después,...después por tu cerebro pasa un vago recuerdo, ¿han llamado a la puerta?

Beca -

que misteriosooo!! me encantan los secretooos (cuentamelo, cuentamelo...) jeje
besos

pizco -

yo ya sé tu secreto ;)

Raquel -

A mi ya se me está olvidando qué es vivr con los padres...