Blogia
Bajo Arboles Mojados

Esther

    Son las 5 de la tarde
y aún llevo un pijama de quirófano
azul. Mi compañera
parece que discute vía telefónica
y acabo de poner la cafetera
por petición suya.
Porfa, no te vayas, quédate
y toma café aquí conmigo.
Dame abrazos.
Dice.

Nos acurrucamos en un sofá
que parece una cama
de un matrimonio imposible.

Rojo,
el sofá,
y algún cantautor al que ignoramos
canta en la tele
mientras tecleamos ambos en los teclados
pequeños
de sendos portátiles
pequeños.

Creo que no voy a pedir nada más.

0 comentarios